El otro día no estaba muy convencida de la dirección que debía tomar el avión que lleva embarcado al tiempo, pero ahora ya no tengo más dudas, debe volar hacia adelante, no más hacia atrás.
De repente algunos comentarios me hacen creer que no va siendo muy buena idea ese deseo mío por vivir sola como un pinche perro abandonado. Hoy ya no lo dudo más, hoy he ganado la plena certeza de saber que por supuesto quiero vivir sola.
Suelo dudar acerca de muchas cosas, me convenzo ha ratos y en veces deshago por completo lo construído, pero los hechos van hilados y ahora conozco más pedazos de la verdad.
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