jueves, 13 de agosto de 2009

Nos estamos haciendo viejos

A últimas fechas, es esta la frase que repito con más frecuencia, conversando melancólicamente con mis amigos de la infancia-adolescencia: "Nos estamos haciendo viejos".
Comencé a darme cuenta de ello, el día que cumplí la avanzada edad de 20 años. A ese despertar de mi ensoñación de caramelos y fantasías (ya bastante tardía por cierto) lo llamé "La depresión de los 20"; con mucha sorpresa pude identificar entre algunos de mis amigos cercanos a las dos décadas, los mismos síntomas que yo padecí al caer en dicha depresión.

No sabía si alegrarme por que no era la única loca que sentía necesitar un bastón para ir a la Escuela o si entristecerme por lo inminente de mi vejez y la de mis amigos.

Han pasado 7 meses desde que cumplí los 20 y he superado todo aquél drama. Pero los hechos hablan por sí solos, y cuando te encuentras sosteniendo en brazos a los bebés de tus amigas mientras ambas se quejan sobre las tareas de la Universidad y la falta de tiempo algo anda mal... o cuando enciendes la radio y en la sección de "oldies" en tu estación predilecta solo escuchas canciones de la década en la que creciste y que -obviamente- conoces e identificas a la perfección, las señales van siendo más claras.

Las cosas en tu vida ya tomaron otro rumbo cuando tus amigos te hablan de noviazgos "en serio" y planes de boda no muy despegados de la realidad, de nuevos trabajos y temas para la tesis.
Es fácil darse cuenta de que las cosas ya cambiaron (dando un giro de 180° y no de 360° por que éste último nos regresa al mismo sitio, en cambio el primero, nos deja en el polo opuesto) cuando ya no tienes tiempo para nada, cuando entregar tareas vuelve a ser (misteriosamente) importante, cuando ya mantienes una conversación seria sin reír e interesándote verdaderamente durante un tiempo relativamente largo.

Cuando piensas en el futuro haciendo planes pensando en empezar a ejecutarlos al día siguiente o cuando formar una familia, o terminar la carrera o viajar a París o comprarte un auto dejan de ser castillos en el aire para convertirse en situaciones a las que hay que darles una resolución pronto...ha llegado el momento de sentar cabeza y darte cuenta de que igual que todos...Te estás haciendo viejo.

No seas uno más en el club de Peter Pan y acepta esta bella época de tu vida...yo me lo repito cada mañana...
Afortunadamente, hay más geriatras cada día...

"Todos los románticos soñamos que moriremos jóvenes, [...] cuando llegué a la avanzada edad de 25, no había nada más planeado hacia adelante, pero sólo era el principio"
"Que fatalista se pone uno cuando está chamaco, ¡que le vamos a hacer!"
Paco Huidobro