viernes, 6 de marzo de 2009

olor a enfermo



la volviste a hacer y ahora la armaste con más cautela, ya estoy empezando a considerar diversas opciones sobre este frustrante y constante ir y venir del stand by...por el momento me veo obligada a hacer una pausa. Mis rodillas se niegan a reaccionar.


me exaspera encontrar en la tristeza sin sentido una fuente de inspiración inagotable; maldita condición de humana...


en las últimas fechas he andado enferma, todo mi alrededor expide olor a enfermo al por mayor, ya saben!, el inconfundible y siempre familiar olor a medicina y sal, a guardado y a hidrógeno, a vacío y a oxígeno.

resulta deplorable mi estado, es más notorio ahora que lanzaste tus petardos y atinaste sin el mayor esfuerzo, yo tengo la culpa, jamás debí haberte provisto de semejante armamento...no te lo habías ganado de cualquier forma....

tendré que concentrar mis esfuerzos en arrebatarte la letalidad convertida en flecha de las manos. Si no me resultaras tan escurridizo...sería más sencillo...

pasados los 2 minutos de nuestro próximo encuentro puedo apostar que olvidaré mis razones para mantener la guardia en alto.


he der sincera...no sé de quién proviene el olor a enfermo con mayor fuerza...si de tí o de mí.

La semana pasada te culpé del menor de mis males y huíste señalándote como el inocente más grande y calificado.


sigues siendo un soldado razo en nuestros confines, sólo que tienes en las manos demasiado poder como para creerlo; es de cáracter urgente retirarte los privilegios con los que te has ido -suciamente- armando desde que reapareciste entre nuestras filas con nuevo corte de cabello para pasar inadvertido.

¡como si eso fuera posible!

¡las pequeñas rendijas doradas que fingen ser tus ojos resplandecen ante los míos!


hueles a enfermo...y estás terminando por contagiármelo gravemente...


sigue mordiendo la mano de quien te da de comer y os prometo que terminarás muriéndote de hambre...