Tercera parte.
....ya valió madre....es lo primero que piensas al sentir que una mano fría e inoportuna ha tocado tu hombro.
-disculpe joven, ¿no sabe cómo llego a la avenida Palmas?-
-no señor, dicúlpeme...-sigues caminando tratando de recobrar el aliento y dejas atrás al pinche viejito que por poco y te provoca un infarto.
Tu camisa está rasgada y en la escena del crimen dejaste todo cuanto traías, que además, ni era tuyo. Traes a cuestas nada más que una caja de madera que ahora tienes que hacer llegar a su destino para acabar de una buena vez con todo ésto.
Comienzas a preguntarte si los policías intentarán buscarte y vuelves a pensar en el hombre muerto..."Uno más, en ésta ciudad" como bien dijeron los tiras.
Aprietas con tal fuerza la caja que una mano ha comenzado a sangrarte y te percatas de que sigues esposado. ¿Cómo carajo quitarte las esposas?
Cada vez se pone peor...sigues esposado y sigues perdido...los nombres de las calles no te dicen nada y no sé te ocurre a quien podrías sobornar, amenzar o recurrir para que te quiten las esposas.
-pinche lío en el que me vine a meter y todo por ésta caja-
La caja resbala de entre tus manos y cae boca abajo al piso completamente abierta...
2 comentarios:
jajajaja no se cuanto lleva esta entrada aki pero va! yo me apunto para la tercera parte... :D
ok ya lo se jajajajaa lleva dos semanas xD (olvidaba que las entradas tienen fecha jojojo)
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